Desarrollo motor

El desarrollo motor juega un papel importante en el aprendizaje de la lectoescritura. La coordinación motora fina necesaria para escribir y la coordinación motora gruesa necesaria para sentarse correctamente y mantener una postura adecuada son habilidades esenciales que deben desarrollarse adecuadamente para lograr una buena adquisición de la lectoescritura.

La motricidad fina se refiere a la capacidad de controlar y coordinar los músculos pequeños de las manos y los dedos, y es esencial para escribir y dibujar. Los niños necesitan habilidades de motricidad fina para sujetar un lápiz o bolígrafo correctamente, y para tener la fuerza y la destreza necesarias para formar letras legibles y precisas. Los niños que tienen dificultades con la motricidad fina pueden tener dificultades para realizar estas tareas.

Si un niño tiene dificultades en la motricidad fina o gruesa, es importante trabajar estas habilidades para ayudarles a tener éxito en la lectoescritura y en los procesos de aprendizaje en general.

La motricidad gruesa, por otro lado, se refiere a la capacidad de controlar y coordinar los músculos más grandes del cuerpo, como los de las piernas y el torso. Los niños que tienen dificultades con la motricidad gruesa pueden tener dificultades para sentarse correctamente en una silla, lo que puede afectar su capacidad para concentrarse y prestar atención en el aula.